Buscando el cambio
Vanessa Belmonte, psicóloga y orientadora educativa

Comer por impulso
24/06/2014
"Con los nervios me da por comer", "con los nervios se me cierra el estómago".
Son frases muy comunes en las personas cuando sufrimos algún tipo de estrés ante
situaciones difÃciles.
Como se suele saber, las emociones y el estado de ánimo van muy enlazados con los
hábitos alimentÃcios. Además, comer, depende de diversos factores personales, psicosociales,
laborales, etc. Es decir, está influido por el ambiente de la persona y ésta acción de todo
ser vivo se verá condicionada, ya no tanto por el instinto de supervivencia (tener hambre)
sino por aspectos especialmente humanos y que no tienen que ver con este instinto animal.
Si la conducta es repetida y viene marcada por estados de ánimo determinados es probable
que se trate de una conducta de comer guiada por las emociones, lo que se denomina:
‘comer emocional’, señala Fernández-Aranda, profesor del Departamento de Ciencias ClÃnicas
de la Universidad de Barcelona.
La transformación al trastorno
La antesala de los trastornos de la alimentación como el trastorno por atracón suele ser la cronificación del estrés y la ausencia de recursos para gestionarlo.
